Coordinación en ciclismo

19 MARCH 2022

Es una práctica común entre los biomecánicos deportivos describir el movimiento de una articulación de manera independiente sin tener en cuenta que el movimiento de esa articulación podría depender del movimiento de otras articulaciones. Así es habitual que la técnica de pedaleo del ciclista se describa a partir de las gráficas angulares de las articulaciones respecto al ciclo de pedaleo (Figura 1). Pero este análisis aislado de cada variable articular no permite capturar información sobre la organización del movimiento.

Figura 1. Ángulos de rodilla y tobillo a lo largo del ciclo de pedaleo en dos diferentes ciclistas.

Para entender en profundidad el comportamiento motor humano es necesario explorar las relaciones existentes entre articulaciones. El movimiento humano puede ser entendido como un sistema en la que varias variables evolucionan con el tiempo para dar respuesta a un estímulo (teoría de los sistemas dinámicos complejos). Bajo esta premisa el análisis de la coordinación articular es esencial para comprender el comportamiento motor humano. El estudio de estos factores podría facilitar la identificación de las relaciones existentes entre variables que explican en mayor medida los patrones motores ejecutados durante el gesto del pedaleo.

Dentro de las diferentes propuestas técnicas para la cuantificación e interpretación la coordinación destaca la técnica de “Vector Coding”. Está técnica analiza el movimiento de una articulación respecto a otro comparando gráfica ángulo—ángulo de cada articulación (Figura 2).

Figura 2. Gráfica tobillo-rodilla a lo largo del ciclo de pedaleo en dos ciclistas diferentes.

Para la cuantificación de la coordinación, la gráfica ángulo-ángulo se transforma a una secuencia de valores provenientes del calculo del ángulo del vector entre dos puntos adyacentes a través del uso de la razón de la tangente (Figura 3).

Figura 3. Ecuación utilizada para la cuantificación de la coordinación a través de la técnica de “Vector Coding”

Para facilitar la interpretación de los datos obtenidos en el paso anterior es habitual utilizar gráficas con coordenadas polares (Figura 4). El valor del “Vector Coding” representa una relación espacial instantánea a partir de la cual se pueden identificar cuatro patrones de coordinación únicos: Antifase, En Fase, Proximal y Distal. Los cuatro patrones de coordinación surgen del esquema de clasificación que divide la distribución polar en contenedores de 45 cada uno. El patrón articular En Fase (centrados en la diagonal positiva de 45° y 225°) indica que ambas articulares giran en la misma dirección. El patrón coordinativo Antifase (centrados en la diagonal negativa de 135° y 315°) indica que ambas articualcioes giran en direcciones opuestas. Los patrones articulares dominados por una única articulación se producen cuando los valores de “Vector Coding” son paralelos a la horizontal (0° o 180°: Proximal en la que la articulación proximal gira exclusivamente) o paralelas a la vertical (90° o 270°: Distal en la que la articulación distal la articulación gira exclusivamente).

Figura 4. Gráfica de coordenadas polares para la evaluación de la coordinación mediante la técnica “Vector Coding”.

La técnica de “Vector Coding” posee varias ventajas y limitantes sobre otras propuestas de cuantificación de la coordinación. Como principales ventajas destacan el no requerimiento de una normalización de las magnitudes angulares, la facilidad de calculo (una única ecuación) y la facilidad de la interpretación clínica. Y como  principal limitante podemos destacar la no inclusión de información temporal cómo la tasa de cambio de la coordinación en el tiempo (velocidad angular).

Autores:

Pablo Floría, profesor de la Universidad Pablo de Olavide.
Juan García, profesor de la Universidad de León.