El efecto de los cambios agudos de la altura del sillín en la coordinación del pedaleo

29 SEPTEMBER 2022

Está generalmente aceptado que la repetición de una acción resulta en una mejor técnica. Concretamente en el ciclismo, está demostrado que los ciclistas de alto nivel tienen una técnica de pedaleo diferente a los de bajo nivel, lo que implica que la coordinación entre las articulaciones implicadas en el pedaleo (e.g., cadera-tobillo o rodilla-tobillo) sea diferente. De la misma forma, también se ha demostrado que dicha coordinación se ve afectada por la cadencia y la altura del sillín, de manera que llevar una alta cadencia (120 rpm) y aumentar o disminuir dicha medida de la bicicleta afectan a la técnica de pedaleo. Por otra parte, en los últimos años la biomecánica del ciclismo ha centrado también su atención en la variabilidad de la coordinación del movimiento, debido a su posible relación con el rendimiento y el riesgo de lesión. Así, se ha podido constatar que los ciclistas de alto nivel tienen una menor variabilidad en la coordinación de las articulaciones cadera-rodilla y rodilla-tobillo que los de menor nivel.

Hasta la realización del presente trabajo, la totalidad de los estudios sobre el análisis de la coordinación del pedaleo utilizaban una técnica denominada continuous relative phase (valora en qué medida una articulación se mueve respecto a la otra), que aporta menos información que las nuevas técnicas de análisis de la coordinación como el vector coding (identifica cuatro patrones de coordinación articular: en fase, antifase, proximal y distal; para más información sobre esta técnica de análisis, véase: Coordinación en el ciclismo . Igualmente, la mayoría de estos trabajos dividen el ciclo de pedaleo en dos fases: propulsiva (0-180°) y resistiva (180-360°), si bien propuestas más recientes indican que su división en cuatro fases (punto muerto superior: 330-30°, propulsiva: 30-150°, punto muerto inferior: 150- 210° y recobro: 210- 330°) sería más funcional. Por lo tanto, en vistas de esta carencia de trabajos que tuvieran en cuenta todo lo expuesto con anterioridad, se llevó a cabo el siguiente estudio con el objetivo de determinar el efecto de la altura del sillín en la coordinación del pedaleo.

En este estudio participaron 10 ciclistas pertenecientes a clubes de ciclismo o triatlón, que acudieron al laboratorio de biomecánica en dos ocasiones. Durante la primera sesión, los participantes realizaron un test incremental en un cicloergómetro en el cual se habían replicado las medidas de su propia bicicleta. La segunda sesión consistió en tres pruebas de pedaleo (altura de sillín preferida, 2% más alta y 2% más baja) de 6 minutos de duración al 65% de su potencia máxima de pedaleo, la cual fue determinada gracias a los datos del test incremental. Por último, los datos de los participantes fueron analizados usando la técnica vector coding y dividiendo el ciclo de pedaleo en cuatro fases (punto muerto superior, propulsiva, punto muerto inferior y recobro), con el objetivo de estudiar la coordinación del pedaleo y su variabilidad en los pares articulares cadera-rodilla, cadera-tobillo, y rodilla-tobillo.

Los principales resultados del estudio indicaron que modificar ±2% la altura del sillín no alteraba de manera significativa la coordinación ni la variabilidad de la técnica de los ciclistas durante el pedaleo, aunque sí se observaron pequeñas modificaciones que deberían analizarse a medio y largo plazo. Al analizar la coordinación cadera-rodilla predominaba el patrón de coordinación en fase, mientras que en cadera-tobillo y rodilla-tobillo el patrón proximal era el predominante (es decir, se movía más la articulación proximal respecto a la distal), lo que refuerza la importancia de las articulaciones proximales en el pedaleo (cadera > rodilla > tobillo). Sin embargo, al analizar cada fase del pedaleo por separado se detectó una modificación en el tiempo que el ciclista pedaleaba en cada patrón, especialmente cuando la articulación del tobillo estaba involucrada (Figura 1). De esta forma, durante la fase propulsiva del pedaleo (30-150°), reducir la altura del sillín disminuía el tiempo de patrón en fase y aumentaba de patrón proximal en las articulaciones cadera-tobillo y rodilla-tobillo. Estos resultados coinciden con estudios previos que utilizaban la técnica CRP, pero sólo al aumentar la altura del sillín, y no al disminuirla. Igualmente, el hecho de que estos cambios fuesen mayores cuando se analizaba la articulación del tobillo puede deberse a que esta articulación es la responsable de realizar las adaptaciones necesarias ante cambios en la altura del sillín, intentando variar lo menos posible la coordinación y participación en el pedaleo de las articulaciones proximales. Adicionalmente, al modificar la altura del sillín no se observó ningún efecto sobre la variabilidad de la coordinación, siendo las fases que más variabilidad coordinativa presentaban el punto muerto superior e inferior, lo que pudiera estar justificado por ser las fases de transición del movimiento durante el pedaleo.

En conclusión, la coordinación durante el pedaleo no se ve afectada por cambios agudos de ±2% en la altura del sillín, aunque futuros estudios deberían analizar estos cambios a medio y largo plazo. De la misma forma, la variabilidad de la coordinación tampoco se ha visto afectada por cambios agudos en la altura del sillín.

 

Figura 1 Resultados del análisis de vector coding para las tres alturas del sillín: preferida (azul), 2% más baja (amarillo), y 2% más alta (rojo). Las líneas concéntricas indican el límite entre fases de pedaleo:  punto muerto superior (330-30°), propulsiva (30-150°), punto muerto inferior (150- 210°) y recobro (210- 330°). Cada gráfico representa, respectivamente, las articulaciones cadera-rodilla (a), cadera-tobillo (b), y rodilla-tobillo (c).

 

Alba Herrero Molleda
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Universidad de León.